¿Nunca pensaste en dar el primer paso? En saltar al vacío, en coger mi mano, en buscar mi mirada entre la multitud y, no estamos solos, estamos juntos y estos días brillan, brillan más que nunca, que siempre, que jamás.
A veces la vida es masoquista y nos da alguna que otra sorpresa.
Nosotros, que vivimos en el mundo de las fantasías, donde todo es posible a fin de cuentas. Donde todo lo imposible siempre resulta ser algo imprevisible, y sucede cualquier inesperado día de febrero, cuando estamos como expectantes de que se rompa el hielo que recubre nuestro sliencio. Un silencio que se muere de frío desde hace quién sabe cuántos sueños dormidos que no despertarán.
Y luego perdemos la cabeza y la noción del tiempo; tú siempre has sido la locura de mi vida.
Aquí estamos, en tiempo muerto o vivo, no importa si sea como fuere nunca estás aquí. Así que en este momento estoy incompleto, que cruel, que inoportuno haber encontrado tu nombre escrito en mi piel. Que casualidad tan hermosa, que vértigo tan sano. Este cáncer mata bien.
Y ahora me propongo encontrarte. Encontrarte en silencio, disimulando el amor que me quema, y el silencio... el silencio que sigue estabilizando los días. Así me mantengo con fuerzas para rescatarte si te veo saltando, por si te veo rompiendo ventanas o por si te veo corriendo escaleras abajo buscando perderte.
Yo me perderé contigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario