jueves, 3 de marzo de 2011

Arrugas de entrecejo


Encantadora, hechizante, del color del olvido, de la forma del aire, de ser como de nadie y encontrase en mi cama. Fría, intacta, sudorosa y llena de un instante eterno que envejece los temores. Ya no te olvido, sólo te quiero; con un amor que rompe los cristales, que sobrepasa las palabras, que destila cierta locura y alguna sobredosis de perfume.


Porque así es como ha de ser si piensas; como tal y cual, como siempre, como si entonces o de este modo. Algo perfecto en la imperfección que reina, lo más cercano a la felicidad, ese etéreo placer de explotar en silencio y escapar de las ataduras mundanas y las necesidades humanas que siempre soporto como con resignación de "a todos nos pasa"

Puesto a entrecerrar los ojos y a soñar despierto con tu cara y tus manos, y tu risa y el mundo, y tu risa y tu pelo, y algún obsceno sueño de amor sin censura, de amor salvaje y apasionado, quizás romper algún colchón y batir algunos records.
Y puestos a pelear con la idea de que quizás no existirá otro momento como este, de que quizás mañana como que ya no estás y me siento un poco incapaz de volver a encontrarte entre la masa de personas que andan sin mirar a los ojos, personas que bajan la mirada al suelo y andan de lado, como alcohólicos anónimos, eso es lo que son, un rebaño de ingenuos esclavos que creen que vuelan sobre el barro.


Podría escribir los versos más bellos esta noche...



1 comentario:

  1. Bueno, bueno, que sepas que me has despertado el hambre por Neruda y ahora mismo me reelería '20 poemas de amor...' si lo tuviera a mano.
    Desde luego destila unos sentimientos y una pasión que traspasa la pantalla.

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