domingo, 27 de noviembre de 2011

Yo


Qué no te rompan el corazón, por favor. Pero esque me siento altamente debilitado por el amor. Cuando me enamoro, abro mi corazón al virus de la esperanza y, como es lo último que se pierde, superar dicha enfermedad es muy difícil. No busques excusas en el amor. Tú eres el único problema. Tienes muchas esperanzas, pero ninguna puesta en salvarte. ¿Qué quieres que haga? ¡yo vivo para amar y ser amado! esa, creo yo, es la finalidad del ser humano. Amar y ser amado. Engañado estás y, no obstante, te comprendo. Yo soy tú y soy yo, y puedo verte con mis ojos y con los tuyos. Créeme, eres magnífico. Hay fuerza, debajo de esa debilidad que te has pintado. ¿Tú crees? quizá. Supongo. Algunas veces me siento fuerte, pero la vida siempre dice, en su última palabra, que son más fuertes las circunstancias. ¿Qué son las circunstancias sino las perspectivas de tu realidad? ¿qué es la vida sino el filtro del tiempo por tu mente? Todo es perspectivismo. Eso pienso pero ¿por cuánto tiempo? yo vivo esclavizado por la realidad, una realidad que se destruye, decae, muere, desaparece, es finita. Formar parte de esta realidad me hace preguntarme ¿por qué luchar? ¿no es mejor desistir? ¿vivir en los escombros antes que morir en la idealización? ¿Cómo puedes hablar de vivir si nunca has vivido? Vivir es morir, te digo. Morir es vivir, concluyo. No te entiendo, habla más claro. ¿No te entiendes a ti mismo? No podrás vivir hasta que dejes de preocuparte por vivir. Muere. Mata tus ganas de vivir y muere. ¿No estaría, de ese modo, rechazando mi propia existencia? sería como perder la ilusión, la pasión, toda esperanza. Un muerto viviente. Confundes mis intenciones. Cuando el hombre anhela vivir, reconoce que la vida es algo que aún no posee. El simple anhelo de vivir, debes entender, posiciona al hombre más cerca de la muerte que de la vida. A ello digo que dejar de preocuparse por la vida es vivir. La vida es siempre, pero el ser humano puede cegarse y no ver que la vida nos sucede. Ahora mismo, por ejemplo. ¿Y cómo empiezo a vivir? ¿cómo puedo levantarme un día y ver vida en la vida, y no en aquello que no es? Bastará con levantarse y ver muerte en la muerte y vida en la vida. La muerte te enseñará a vivir. No dramatices, la muerte es el siempre del destino, pero como no es ahora, las personas creen que no será nunca. ¡No te engañes! Vive más la muerte y vivirás más la vida.


No hay comentarios:

Publicar un comentario