domingo, 9 de diciembre de 2012

Domingo

Lo siento, sé que te he defraudado, que no cumplí tus expectativas. Lo sé, no me mires así, sé que no soy gran cosa. Sé que soy una causa perdida, desde hace tiempo. Quién sabe, quizá lo he sido desde siempre. Pero, cariño, ¿qué puedo hacer? Qué, si la primera persona a la que he defraudado a sido a mí misma. Si ya no tengo fuerzas para hacer las cosas bien. Si me he perdido en mí y no sé salir. Todo es demasiado complicado, cariño, espero que puedas entenderlo, aunque sea un poco.

No vuelvas a llamar a mi puerta, déjame solo, no quisiera contagiarte el virus de la soledad. De la incomprensión. De llorar por las noches, cuando nadie me ve, que es cuando realmente puedo ser yo mismo. Me pesa demasiado todo aquello que nunca pude ser por culpa de las jodidas circunstancias. Espero curarme pronto, estoy en proceso de desintoxicación de todos aquellos miedos que me ciegan. Cuando tenga suficientes fuerzas para mirarte a los ojos, te enviaré un WhatsApp. Tú no te canses de esperar. Yo no lo hago.

3 comentarios:

  1. Ester sintiéndose identificada en 3, 2, 1...

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  2. No se sí lo que escribes es lo que sientes, sí es real o no,pero últimamente escribes lo que me lleva pasando tres semanas después de una ruptura

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    1. Sin duda, no hace falta que sienta algo para que sea real. Y escribo todo aquello que pienso, sin necesidad de ser precisamente aquello que sienta. Aunque mi ventaja es que soy una persona empática, demasiado. Juego con mi piel.

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