viernes, 22 de abril de 2011

Annie


Yo que pensaba que nuestro amor era infinito como las horas. Y ahora veo que el amor que teníamos no llegaba ni a tocar la punta de los pies. Oye, hemos logrado un record en estar equivocados. Al menos de nuestro amor sacamos en limpio que el amor puede jugar muy sucio.

Experiencias de la vida, esa es la idea. Y de malo o bueno nada, sólo experiencias que marcan y poco más, y quizás nos quedamos con ganas de un suficiente. Acepta el notable y parte en el taxi de los dos besos por mejilla. Hemos conseguido una rutina a medias. 

Y yo que creía que el mundo se acababa con ella, y sólo se acaba el mundo de siempre. A estas horas de distancia, cuando hace ya muchos metros que se fue, la locura en pastillas efervescentes que tomé ha efectuado cambios de conciencia y, sinceramente, todo va algo mejor. No es que vea el mundo con colores, no he fumado marihuana, simplemente digo que me trago la telenovela sin pasarlo mal.

Yo estoy bien pese a lo cansado que me deja odiarla. Y cuando me canse de sudar sus fotos rotas, entonces es posible que sea como siempre. Supongo que no ha cambiado mucho y que, tarde o temprano, cuando, como dicen, llueva mucho en mi vida, supongo que podré darme cuenta de que sigue siendo ella. Oye, que cuando le decía que era perfecta es porque lo era. Y, si eres de esas personas que no creen en la perfección, os diré que ella era la persona menos imperfecta que uno se puede encontrar cuando va caminando pensando qué pensará la gente. 


 Yo rompí con Annie y aún no la he podido olvidar

1 comentario:

  1. Yo también tengo a una persona que no puedo olvidar.
    Pero el mundo sigue adelante, aunque hay días en los que se están de bajona pero hay que superarlo.
    Y si termina algo es porque va a venir alguien mejor.

    ResponderEliminar