viernes, 20 de mayo de 2011

Estimada Joana


Prólogo

Las felicitaciones me aburren, porque dejan poco margen de error. En una felicitación sólo tienes que decir lo increíble que es la persona a la que felicitas, desearle felices "x" años y esperar que se crea un poco la gran ingesta de elogios (algunos verdad, otros no tanto) que sólo usas en ocasiones especiales. 

Hoy ya ni eso, la gente te dice "Feliz cumpleaños Joana" o "Felicidades Joana" y ¿qué coño? parece que celebres tu cumpleaños 250 días al año (cómo mínimo). Podrían rascarse un poco más las ideas y regalar un instante de genialidad, creo que ya no les quedan muchos y se reservan alguno para los votos matrimoniales. Qué personas tan aburridas. Yo intento que la gente a la que aprecio se lleve una felicitación decente porque, como suele decirse, sólo cumplimos una vez en la vida los mismos años.

Capítulo 1: Felicitación

Mecánicamente, una vez al año, tenemos la necesidad de felicitar a alguna persona por su cumpleaños. Un cumpleaños es... vaya, la misma palabra lo dice: cuando una persona cumple un año más de vida. En realidad, desde esa perspectiva, 19 años no son muchos ¿verdad? o sí. Tengo la extraña sensación de que 19 no es un número grande, pero supongo que eso depende desde la perspectiva con la que lo veamos. 19 días no son muchos días, 19 meses son muchos días y 19 años son un montón ¡una montaña de días! ¿para qué tantos días si luego sólo no nos acordamos ni de la mitad? supongo que ese es un problema serio, ligado a la biología del ser humano. ¿Para qué vivir hasta el centenario si luego sólo quedan un número reducido de experiencias vitales? ¿para qué tanto avance médico y sanitario? las personas deberían vivir hasta los 30 años. Y dirás, vaya, qué tontería. Pero bueno, está comprobado que las mejores cosas se acaban pronto y que lo que dura, tarde o temprano termina perdiendo su magia. Es así, desgraciadamente, por causas puramente biológicas y racionales. Por eso, y no por otra cosa, las buenas series no superan las 8 temporadas.


Nota de capítulo

¿Esto es una felicitación? en realidad, es una excusa para exponer la ridícula pero lógica idea que tengo acerca de los cumpleaños. Lo siento Joana, creo que te estoy decepcionando bastante, o al menos tengo esa sensación. Así que, como después de todo aprecio este día y, de alguna forma parecida, te aprecio a ti, dejaré que elijas entre leer el segundo capítulo o pasar directamente al capítulo final de esta historia. Puedes hacer lo que quieras, después de todo, ésto te pertenece y siempre estará aquí. De alguna forma pasas a ser inmortal y eso no está tan mal ¿verdad?


Capítulo 2: Joana Cortés Crespo

Lo peor que puede pasar en una felicitación tan extensa como esta es que te des cuenta de que no conoces lo suficiente a la persona "cumpleañera" como para recurrir a los elogios, alagos y recuerdos de momentos "super emotivos" que habéis pasado cuando sientes que se te acaban los ases de la manga y, querida amiga, terminas hablando de fútbol en lo que iba a ser una hermosa felicitación. Las expectativas son asquerosamente reales en un principio, por eso las odio tanto.

A nadie se le ocurrirá decir que somos grandes amigos ¿sabes por qué? simplemente por el echo de que no nos conocemos lo suficiente. No por materia, sino por tiempo. Al parecer, es como si necesitases pasar un temporada predeterminada con alguien para convertirte en un buen amigo. Suele pasar que al cabo de muchos años, personas con las que llevas toda la vida se acaban convirtiendo en amigos, aunque las aborrezcas. El tiempo es relativamente traidor, hay lazos que surgen y ya.

Puedo decir, de lo poco que te conozco, que eres una gran persona. (Pensamiento en off: ¡Vamos! ¿sólo se te ocurre decirle que es una gran persona...? ¡es su cumpleaños!) Bueno, permíteme cambiar lo de "gran persona" por un más acertado "persona interesante" A la gente le gusta ser (o parecer) interesante, y que te lo digan es como si te dijesen: Oye, me gustaría conocerte. A la gente no le importa que sea o no cierto, sólo quieren escucharlo al menos una vez en la vida, porque sino, posiblemente, terminen pensando que nadie les aprecia o que nadie está interesado en ellos. Sabes, gracias a... Dios, en el mundo hay muchos gustos y puntos de vista diferentes y, por ello, toda persona tiene alguien a quien fascinar.

Pues te digo sinceramente que eres una chica interesante. Tampoco te lo tomes como un eterno cumplido porque el interés cambia con las personas. Pero reconozco que eres una persona poco común y eso siempre se agradece porque, verás, en un mundo donde modas y tendencias se acumulan en el escaparate, personas como tú permiten desconectar de todo. Alégrate, es el mejor regalo que puedo darte.

Capítulo final: Despedida

Dicen que las despedidas son tristes, ¿sabes por qué lo dicen? simplemente, porque no viven, porque no aprecian el tiempo, porque no disfrutan el momento y porque, a fin de cuentas, comprenden que en la vida no hay segundas partes.

Las despedidas no son tristes. Imagínate, sin despedidas, el mundo sería horrible. No tendríamos prisa en enamorarnos, ni en dar el primer paso, ni en tomar decisiones. Diríamos: Ya lo haré dentro de 100 años, ahora no me apetece. La gente infravalora las despedidas. Sin despedidas nos pasaríamos toda la vida en las salas de espera.

Y Joana, así es la vida, tenemos que despedirnos para encontrar un sentido a esto. Las despedidas son las bienvenidas de otras cosas ¿no crees? ¡creo que deberías soplar las velas, feliz cumpleaños!













1 comentario:

  1. Las he soplado y no me has decepcionado , valoro mucho mas esto que has escrito porque es mucho mas sincero de lo podrías escribir, gracias por escucharme algún día y dejarme ser tu guía en esta entrada, un besito enorme y no te dejes tanto los ojos en dexter!

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