jueves, 16 de mayo de 2013

Y ya está



Se marchó como se marchan las cosas que siempre he querido, es decir, faltando más que nunca. Y luego llegó la noche y se trajo unas cervezas y algunas heridas. Dicen que el insomnio no es otra cosa que el miedo a esa media cama vacía; un trastorno crónico que te hace odiar las sábanas frías. No la llamé siguiera para decirle que aún la amaba; y borré todo lo que me recordaba a ella de mi vida: nuestro chat de WhatsApp, su número del móvil, su carmín que, marcando mi almohada, era el cuadro más triste del mundo. Y luego no quedó nada, sólo un vacío gris; gris como una canción de Chopin de madrugada. Como volver a recaer en ese no saber qué hacer con tu vida. Qué le pasa a mi forma de vivir, que me hace morir tan deprisa. Y pasaron años aquella noche, y recuerdo que me emborraché hasta cometer locuras, hasta decirle a la luna que se apagase, hasta financiar mi insomnio a 10 años. Y, luego, irónicamente, amaneció, más después que antes. Y, nada más, como bien dijo Sabina, la vida siguió como siguen las cosas que no tienen mucho sentido.


10 comentarios:

  1. Me tienes enamorada, de verdad. Últimamente, espero con muchas ganas tu próximo texto. No lo dejes, por favor.

    ResponderEliminar
  2. Vaya.. Menuda sorpresa me he llevado contigo. Espero que el siguiente sea como mínimo, la mitad de bueno que este. Y me quedo con una frase: qué le pasa a mi forma de vivir, que me hace morir tan deprisa..

    ResponderEliminar
  3. "Y pasaron años aquella noche" Haces que lea y relea todo lo que escribes y me emocione como si fuera la primera vez

    ResponderEliminar
  4. ¿Has probado a enamorar escribiendo? No sé, conmigo te funciona.

    ResponderEliminar
  5. a estas alturas ya quiero follarte hasta el alma

    ResponderEliminar