jueves, 2 de mayo de 2013

Auxilio


Seguiamos encasillados en ese no saber muy bien cómo lanzarnos; en ese "Joder, cómo le digo lo que siento, sin que quiera jugar conmigo". Así, como siempre nos había pasado. Mezclando noches, tabaco, insomnio y preguntas existenciales. Convirtiendo todos los besos que nunca nos dimos en bonitos poemas que terminé perdiendo por ahí, no sé, hace tiempo que no ordeno ni mi vida ni mi habitación. Y no les creas si te dicen que te olvidé, no les creas; ojalá, pero no soy tan fuerte, ni tan listo. Sigo siendo esta bonita y frágil necesidad de que me abraces. O de que me abrace alguien. O de que nos muramos todos. 

Recuerdo aquella vez que nos cruzamos en una discoteca, te miré tan fuerte que casi te caíste y fuimos andando en círculos, como atraídos por esa inexplicable gravedad de querer besarnos los cuerpos. Y a centímetros de ti todo empezó a tener mucho más sentido, qué quieres que te diga. "¿Quieres tomarte algo", te invito", y por un momento esperé que dijeses "Invítame a un futuro juntos, cariño", pero no querías nada. A lo mejor sólo me querías a mí. No preguntes. Y luego nos fuimos, dos besos, dos "Cuídate, ya nos veremos", y volvimos la espalda, ya lejos, y tu mirada decía algo así como "Auxilio", pero me temblaban las piernas y era demasiado tarde para que las cosas saliesen bien. Cerré los ojos y me morí un poquito entre las luces de neón, pero no se lo cuentes a nadie, es un secreto.

Y, no hay mucho más, de nosotros, que todo esa nada. No hay mucho más que todo este esperar que no seamos demasiado tarde pero, tengo la sensación, de que la alarma no nos despertó a tiempo; de que nos quisimos ya siendo cenizas, consumidos, medio derrumbados, medio nuestros corazones partidos demasiadas veces. Acuérdate de mí cuando cierres los ojos, sólo te pido eso. Bueno, eso y que no beses demasiado fuerte los labios del hijo de puta que terminará robándonos nada todo esto.  


4 comentarios:

  1. Muy grande este auxilio.
    Después de seguirte desde hace tiempo por Twitter, descubro esta versión larga de tus letras. Si se puede, casi tan enormes como aquéllas.
    Chapó.

    ResponderEliminar
  2. Es la primera vez que entro en tu blog y algo me dice que no será la única, me gusta mucho tu manera de contar las cosas ;)
    Me sentí bastante identificada en esta historia, ya que viví lo que es tener un "todo" teniendo "nada"

    ResponderEliminar
  3. Auxilio. Éso es lo que le pedía a su mirada para que no me dejara ir.
    Me encantó tu entrada, tienes un nuevo seguidor! un saludo :)

    ResponderEliminar
  4. creo.. creo que me he enamorado!!!

    ResponderEliminar